Dioses

Ra

Ra era el dios principal de la mitología egipcia, el dios solar, y en numerosas ocasiones era representado mediante el disco solar; un círculo que se dibujaba sobre la cabeza de aquellos dioses y divinidades que estaban relacionados con el Sol. Habitualmente era representado con cuerpo humano y cabeza de halcón, lo cual en ocasiones nos lleva a confundirle con el dios Horus. Sin embargo, su principal diferencia es que Horus lleva una corona en la cabeza mientras que Ra, como decíamos antes, lleva el disco solar, rodeado por una cobra.

Este dios desempeñaba muchas y muy variadas funciones, y por ello podía manifestarse de diferentes formas según la función que estuviese llevando a cabo. De hecho, una de las citas de Ra más conocidas, mencionada por Armour, A. (2014) es la siguiente: “Yo soy Khepri en la mañana, Ra en el mediodía y Atum en el atardecer”.  Khepri era el dios de los escarabajos peloteros cuyo culto, de hecho, era mucho más antiguo que el de Ra. Sin embargo, los sacerdotes de Ra fueron capaces de asimilar estos dioses más antiguos a sus nuevas divinidades. En ocasiones nos resulta sorprendente que se venerase a los escarabajos peloteros, sin embargo, esta adoración tenía un curioso origen biológico: los antiguos egipcios observaron que estos escarabajos depositaban sus huevos en estiércol, que iban arrastrando por el suelo hasta que llegaba a ser una bola. Ellos pensaban que era el símbolo del Sol, pues  era redondo, desprendía calor y, además, era fuente de vida. De hecho, por ello en ocasiones se representaba al sol mientras era empujado por uno de estos escarabajos a través del cielo. Además, con el tiempo, esta percepción terminó por relacionarse también con la muerte y la resurrección, pues los egipcios creyeron que el escarabajo moría y volvía a resurgir de sus restos, al nacer de la bola las larvas. Cuando Ra adoptaba esta forma, era representado con cuerpo humano, con un escarabajo en su cabeza o en lugar de ella.

Como decíamos antes, al mediodía adoptaba su propia forma. Sin embargo, al atardecer adoptaba la forma de Atum. Este dios era una de las manifestaciones más antiguas del dios Sol aunque, por otra parte, fue principalmente adorado debido principalmente a su vinculación con los espíritus de los muertos. Atum viajaba en la llamada barca solar en el atardecer, preparándose para la lucha contra sus enemigos en la noche, pues se creía que los espíritus de la gente que había fallecido recientemente esperaban a la barca solar para embarcarse en ella en el comienzo del Tuat (el mundo subterráneo), coincidiendo este momento con la puesta de sol terrenal.

Realmente, los actuales investigadores de Ra no disponen de muchas evidencias para estudiar el amplio culto que tuvo esta divinidad. Lo único que se sabe es que fue uno de los principales dioses (y más aún en Heliópolis) y que pocas veces aparece representado de forma individual;  su esencia fue, en gran medida, asimilada con las de otras divinidades y, por otra parte, otras divinidades adquirieron frecuentemente sus atributos.

SHU  

Es el antiguo dios del aire, hijo de Atum, nacido junto con su hermana Tefnut, de la saliva o la masturbación de su padre o bien de su unión con Iusaas y posteriormente de la unión de Atum con su propia sombra. Sus huesos se identifican con las nubes, que servían de escala al rey para subir a los cielos.

Era originario de Leontópolis. Es un dios de la luz. También es la personificación de los rayos que llegan de los ojos de Ra, el calor ardiente del sol al mediodía y en el apogeo del verano y la sequedad del aire; también era el ba del dios Jnum. Es la personificación del frío viento del Norte, y el principio vital de todo ser viviente.

Se consideraba que era el que posibilitaba al difunto su ascensión al cielo. Como señor del aire, es la atmósfera que separa la tierra del cielo, cielo, es el espacio vacío que existe entre el cielo (Nut) y la Tierra (Geb), el aire y la luz que da lugar a la existencia de vida y su ocupación eterna era  mantener separados el cielo (Nut) y la tierra (Geb) para que el caos no se apoderara del universo.

Su representación es un hombre con pluma de avestruz separando a Nut y Geb.

En uno de los capítulos de los textos de los sarcofagos en el propio Shu quién describe sus cualidades:

“Yo soy Shu, al  que Atun creó el día que el mismo emergió,  el no me concibió de un vientre ni me formó en un huevo, no fui concebido por ninguna forma de concepción, mi padre atún me escupió con la saliva de su boca a mí y a mi hermana Tefnut”

Shu Fue normalmente representado con rasgos totalmente humanos sobre su cabeza llevaba una pluma de avestruz, conocida tanto por su tamaño como por su ligereza, siendo un emblema apropiado para un Dios del aire,  era el señor del espacio entre la tierra y el cielo al tiempo que sujetaba el cielo sosteniéndolo con sus manos. Representaba la luz que terminaba con la oscuridad que reinaba en el caos en los tiempos anteriores a la creación.

TEFNUT

Su representación es de una  Leona o mujer con cabeza de leona y disco solar. Es la Diosa de la humedad, personificación del rocío que da vida y de todo proceso corporal que produce humedad. Su nombre proviene de Tef ( húmedo) y Nut (Cielo).

En el libro de los muertos se dice que Shu y su hermana gemela tenían el mismo espíritu, Tefnut el principio femenino de Shu, fue normalmente considerada la Diosa de la humedad, como se ha dicho anteriormente. En la historia de la creación, Tefnut  frecuentemente está vinculada con la luna, Lo cual proviene del mito en el que el ojo de Ra desempeñaba un papel muy importante  en la historia de la creación, pero Nun hizo para Ra ul segundo ojo lo que provocó el enojo del primero Ra tuvo que desarrollar toda su diplomacia para mantener a ambos ojos contentos y por ello dividió sus obligaciones, un ojo se convirtió a los responsables las horas diurnas mientras que el segundo aceptó la responsabilidad de las horas de la noche,  esta es una versión del mito de la creación del Sol y la Luna, estando Tefnut vinculada con la luna,el ojo lunar de Ra.

Geb
Geb era el hijo de Shu y Tefnut, y era el dios de la tierra, así como el soporte físico del mundo. Los textos sagrados egipcios (procedentes algunos de los sarcófagos) narran como Ra dio vida a la tierra debido a que se encontraba aburrido y desocupado, y pensó que si la tierra estuviese viva, al menos alegraría y entretendría su corazón.

Normalmente se representa a Geb como una figura humana, con la corona Blanca del Bajo Egipto, o bien llevando un ganso en la cabeza. De hecho, este animal es su emblema, y en el Libro de los Muertos Geb es conocido como el "Gran Cacareador".

Al ser dios de la Tierra (conocida como la casa se Geb),  estaba en relación tanto con la vida en la superficie como con la muerte bajo ella; en la superficie terrestre sus responsabilidades pasaban por asegurarse de que los árboles, las plantas etc. establecieran sus raíces en el suelo, mientras que bajo la tierra, era el responsable de los cuerpos que se enterraban en las tumbas. Por ello, en numerosas ocasiones en representado como uno de los participantes en el Juicio de los muertos.

Gran parte de la fama de Geb se debe realmente a los hijos que concibió: sus descendientes se convirtieron en la siguiente generación de dioses poderosos. Él y Nut engendraron a Isis, Osiris, Seth y Nephthys, dioses que gobernarán a continuación sobre la tierra, los cielos y el mundo subterráneo. Como veremos a continuación, los conflictos entre estas divinidades no fueron escasos, aunque Geb intervino más de una vez tratando de separar a sus herederos, asignándoles
a cada uno de ellos el Alto y el Bajo Egipto respectivamente.

Realmente Geb y Nut no tuvieron templos dedicados a ellos en exclusiva, aunque a Geb se le asignaron ciertas áreas importantes de algunos templos, como un naos de la Capilla de los Reyes de Serabit el-Jadim, junto a las minas del Sinaí, debido principalmente a que también se le consideraba proveedor de los minerales y de las piedras preciosas del suelo.

Nut

Nut era la diosa del cielo, hermana y esposa de Geb. Se la consideraba creadora del universo físico y de todos sus astros. Habitualmente fue representada como una mujer arqueada, formando una bóveda celeste sobre Geb (la tierra). Además, se la representó como una mujer muy hermosa, con
proporciones físicas resaltadas.

Según la leyenda, Nut se casó con Geb sin preguntarle a Khepri, el poderoso dios del Sol al amanecer (como vimos antes, una de las formas de Ra). Khepri estaba tan enojado con Nut y Geb que obligó a su padre Shu, el dios del aire, a que los separara, y prohibió que Nut fuera libre de
tener hijos durante ninguno de los 360 días y noches que entonces tenía el año.
Pero el dios Thoth se compadeció de ellos y decidió ayudarlos. Era sobradamente conocida su inteligencia, así que logró convencer a la Luna para que  jugara un juego con él. El premio sería la luz de la misma Luna.

Thoth ganó tanta luz que la Luna tuvo que agregar cinco días más al calendario oficial, los llamados días epagómenos, que en realidad no pertenecían a ningún mes en concreto.

De este modo, en estos días, pudieron por fin nacer los cinco dioses: Osiris, Rey del Más Allá; Isis,Trono de Egipto; su hijo Horus, Rey de Egipto; Seth, El caos, el desierto; y Neftis, la noche, la muerte.

Nut daba a luz cada día a su hijo, el sol. Él entonces pasaba por encima de su cuerpo hasta que alcanzaba la boca de su madre, que se lo comía, y desaparecía hasta que volvía a nacer a la mañana siguiente. En otras versiones de este mismo mito, se describe como Nut se comía a sus propios hijos (los astros), explicando cómo las estrellas seguían a Ra hasta la boca de su madre, desapareciendo, por ello, durante todo el día. Esto provocó que Geb se enfureciera, al continuar su esposa comiéndose a sus propios hijos, teniendo disputas con ella, llegando incluso a compararla con las cerdas que se comen a sus propios lechones. Sin embargo, Shu (su padre) intervino enviando un mensaje a Geb para que no se enfadara; insistió en que el hecho de comerse a los niños cada mañana aseguraba que volverían a nacer, y por tanto pudieran sobrevivir de forma segura.

Los Textos de las Pirámides están repletos de invocaciones a Nut, para que proteja a los muertos ya que los dioses que atravesaban diariamente el cielo en su embarcación, estaban bajo su protección, al igual que las almas de los muertos. De hecho, debido a esta función de Nut, en muchos sarcófagos, en la parte inferior de la tapa, aparece su imagen grabada. De esta forma, mientras la persona yacía eternamente, podía observar la personificación del cielo. Por eso se la conoce como La Gran Protectora. Aun así, la función más importante de Nut era la de madre de los grandes dioses de la Enéada de Heliópolis; Osiris, Isis, Seth, Neftis y Horus el Viejo.

                     

OSIRIS

Se trata del hijo de Geb y Nut, y es uno de los dioses más importantes y más conocidos de toda la mitología egipcia. Normalmente se le suele representar con ropas "momiformes" de color blanco, con barba, y sosteniendo entre los brazos el cayado, la fusta o el cetro. Todos estos elementos anteriormente nombrados son símbolos de poder y/ o autoridad.

Osiris es considerado como el juez del alma de las personas, y por ello se le representa de pie o bien sentado sobre un trono flotante sobre el agua, pendiente de dar su veredicto. Sobre su cabeza lleva la corona Blanca del Bajo Egipto o bien la corona atef, que es una combinación de la corona Blanca y dos plumas blancas.

Además, el color de su piel nos es de ayuda a la hora de identificar sus cualidades; en ocasiones se le representa como una momia, en otras aparece Negro (para sugerir la muerte) y, también, verde, simbolizando de esta manera la vegetación y la resurrección.

Algunos investigadores han propuesto que realmente Osiris fuese un rey de tiempos predinásticos, que posteriormente fue deificado, es decir, convertido en dios o divinidad.

El culto a Osiris aumentó y se expandió coincidiendo con la unificación del Alto y Bajo Egipto en un solo Estado, por lo que su imagen poco a poco se fue transformando en la de un rey que actuaba como guía del mundo inferior. Su fama se extendió tanto que, finalmente, fue respetado y adorado en prácticamente todo el país.

Los mitos cuentan que Osiris llegó a ser realmente afortunado como gobernante y líder en la tierra, enseñando a los hombres a cultivar sus campos para que pudieran abandonar sus prácticas "bárbaras". Precisamente por ello, su hermano, Seth, se puso celoso, y decidió asesinarlo, depositando su cuerpo en un ataúd que poco después arrojó al Nilo. Isis, esposa y hermana de Osiris, buscó el cuerpo de su marido pero, incluso después de haberlo encontrado, Seth siguió persiguiendolo y, de hecho, tras encontrarle cortó el cuerpo de Osiris en pedazos, que fueron arrojados al río, iniciándose así para Isis una larga y paciente búsqueda de cada uno de los pedazos. Cuando finalmente consiguió encontrarlos, Toth y Anubis lo envolvieron en vestimentas
de momia y restauraron su forma, convirtiéndose así Osiris desde ese momento en dios del mundo subterráneo.

De esta forma, Osiris era respetado por todos los dioses egipcios. Era el encargado de recibir los informes de los demás dioses sobre las almas de las personas según éstas iban avanzando por los peligros del mundo inferior hasta llegar al juicio final que, en último término, determinaría el destino de cada alma. Normalmente siempre era ayudado por Isis y Nephthys, y asistido por Thoth y Horus, ya que estos dioses solo pasaban parte de su tiempo en el mundo inferior, debido a que también tenían responsabilidades en la tierra. Anubis era el encargado de la embalsamación, preparando los cuerpos, y por ello fue el principal ayudante de Osiris.

Por otra parte, Osiris también fue identificado con el río y las cosechas crecientes. De hecho, en épocas anteriores fue considerado un dios de la fertilidad, pero más tarde pasó a asociársele con el río que, de hecho,  había sido su lecho de muerte en repetidas ocasiones.

Se le relacionó especialmente con los cereales y con la cerveza (que se consideraba como "los granos líquidos del cereal), que era sagrada para los dioses y proporcionaba vitalidad a los hombres.

Debido a que, como ya hemos comentado anteriormente, Osiris era el dios del mundo inferior, no se le adoraba de la misma forma que a los dioses solares y, por ello, se construyeron numerosos templos en su honor. Además, muchas tumbas y templos del Alto Egipto contienen representaciones de Osiris como dios del mundo inferior y divinidad de la vida renovada.

La mayor parte de los conocimientos que tenemos actualmente proceden, como explica Armour, de los Textos de las Pirámides, los Sarcófagos y el Libro de los Muertos, los cuales contienen la esencia de nuestros saberes sobre el papel de Osiris en el tratamiento de los muertos. Además, el relato del asesinato de Osiris, así como el conflicto entre Horus y Seth, es narrado por Plutarco en su obra "Isis y Osiris", que data del siglo I d.C.

ISIS

La diosa Isis era la divinidad que más se asociaba con los poderes mágicos y uno de sus trucos más famosos fue aquel en el que persuadió a Ra para que le revelase su nombre secreto, de forma que pudiese tener poder sobre él.   truco que se encuentra en el mito de Isis como una mujer astuta, más inteligente que el resto de los dioses,  ella conocía todo sobre el cielo y la tierra y si se había propuesto situarse junto con su hijo Horus a la cabeza del panteón egipcio y la única manera de conseguirlo era descubriendo el nombre secreto de Ra.

Mito de Isis y el nombre del Dios del Sol:

“Un día Isis se acercó a Ra, mientras éste dormía dejando escapar sonoros ronquidos, De una de las comisuras de su boca colgaba un largo hilillo de saliva, que acabó por caer al suelo por su propio peso. Isis se precipitó rápidamente sobre la saliva, la recogió y la mezcló con arcilla hasta darle la forma de una serpiente venenosa. Una vez modelada, le dio vida con ayuda de su magia. Isis había estudiado los movimientos de Ra, y sabía que solía abandonar el Palacio para dar un paseo con bastante frecuencia, y siempre pasaba por el mismo cruce, de modo que Isis dejó la serpiente en él y esperó a ver qué pasaba. Al poco tiempo, Ra se dispuso a realizar su paseo, y, tal y como había previsto la astuta Diosa, la serpiente le mordió. Aunque Ra no la había visto, enseguida notó cómo el veneno circulaba por su cuerpo. Presa del dolor, pidió auxilio a los nueve Dioses de la Enéada. Ra tenía mucha fiebre, sudaba y temblaba, pero los otros Dioses, incapaces de curarlo, no podían hacer sino lamentarse por la pérdida del Sol. Entonces Isis se presentó con gran pompa y le dijo al Dios que ella podría curarlo, pero sólo si le revelaba su nombre. Ra se negó a hacerlo, pero la Diosa insistió una y otra vez, hasta que la agonía de Ra fue tal que se hizo insoportable, y accedió por fina a revelar a Isis el secreto bajo la condición de que no podría contárselo a nadie más que a su propio hijo Horus. Isis aceptó, y justo en el momento en el que el Dios reveló su verdadero nombre, dejó sin efecto al veneno. De ese modo, el Dios del Sol se curó, e Isis y Horus, a su vez, lograron el poder que tanto habían ansiado”.

Los egipcios creían mucho la magia

Su nombre egipcio era Ast, que significa trono, representado por el jeroglífico que portaba sobre su cabeza. Fue denominada "Gran maga", "Gran diosa madre", "Reina de los dioses", "Fuerza fecundadora de la naturaleza", "Diosa de la maternidad y del nacimiento".

Su origen es incierto, pero se estima que provino del delta del Nilo. Las primeras menciones de Isis datan de la dinastía V de Egipto en la cual se encuentran las primeras inscripciones literarias, pero su culto se hizo prominente más tarde en la historia egipcia.

SETH

El Dios Seth es  llamado también el señor del desorden, el maléfico dios del panteón egipcio. De Nombre egipcio: Suti.  

Su representación es un animal no identificado con orejas rectangulares, cola tiesa y hocico ganchudo.

Es un Dios que en su origen es más brutal que maligno; los dramas que provoca se deben a su fuerza anormal, a su excesiva energía, más que a su mala intención; luego fue objeto de una interpretación hostil; todos los escritos osiriacos lo consideran como un criminal.

En un principio fue patrón de los metales (según Manetón al hierro se le llamaba "huesos de Seth") y el protector del Bajo Egipto.

En los primeros tiempos de  la civilización egipcia,  se veneraba a Seth en un centro de culto situado en Naqada, dado que este Dios se asociaba con las terribles tormentas de arena, era importante para los egipcios tenerlo a su favor. Con el tiempo, sin embargo, se convirtió en el “Señor del Desorden y el Caos”,  y en el Dios del enfrentamiento,  no obstante formaba parte del orden establecido según la mentalidad de los antiguos egipcios, pues en definitiva,  se trataba de la oscuridad sobre la que debía resplandecer la luz divina.

A pesar de su naturaleza perversa, sus orígenes eran intachables: en tanto que hijo de Nut, la diosa del cielo, se hallaba la misma altura en la jerarquía divina que su hermano Osiris y que sus hermanas Isis y Neftis (esta última se convertiría además en una de sus esposas). Por otro lado, su poder sobre el resto de los dioses y su carisma le valieron el afecto de Ra  durante su enfrentamiento con Horus,  el cual es un mito que se remonta a los inicios de la historia de Egipto que trata en resumen de tiempos en los que Ra abandona su trono en la tierra, dejando  como heredero a su hijo Shu, a quién sucedió su hijo Geb, relevado a su vez por el hijo de éste, Osiris. Tras el matrimonio de Osiris con su hermana Isis, el Dios enseñó a la humanidad el arte de la agricultura y la civilización. Durante su reinado demostró ser un  soberano sabio y justo y llevó la prosperidad y la abundancia a Egipto, pero esta edad de oro llegó pronto a su fin por los celos surgidos en la familia de Osiris pues a Seth, su hermano,  le devoraba la envidia y no dejaba de conspirar contra él.

Mito de Seth y Osiris:

Este mito, trata sobre la muerte del Dios Osiris y sus consecuencias.

Se dice que fue asesinado por su hermano Seth, quien usurpó su trono, mientras que la esposa de Osiris, Isis, recuperó el cuerpo de Osiris y concibió un hijo con él, después de su muerte, llamado  Horus. Un niño muy protegido por su madre, ante la muerte de su padre.

Luego,Horus y Seth se convertirán en grandes rivales, vengando la muerte de su padre Osiris. Horus, finalmente como triunfador de una disputa o conflicto bastante violento,  restablece el orden en Egipto después del reinado de Seth.

Este  mito es muy importante al abordar temas de las concepciones egipcias de reino y sucesión, conflicto entre el orden y el desorden y, especialmente, la muerte y el más allá.

Como también se dice que demuestra el carácter de cada una de las cuatro deidades y su centro, y muchos elementos de su culto en la religión del Antiguo Egipto derivaron del mito.

A continuación se hace referencia al Mito, recuperado de “Cuentos y Leyendas del antiguo Egipto”:

“ De los cuatro hijos de GEB y NUT, OSIRIS era el más sabio y también el más querido por su labor como soberano de la tierra y los hombres, a los que enseñó las leyes y la agricultura. Se casó con su hermana ISIS y de su unión nació HORUS.

Otro de los cuatro hermanos, SET, que odiaba a OSIRIS y envidiaba su cargo, reunió algunos hombres y se puso manos a la obra. Tomó medidas de su hermano mientras este dormía y ordenó hacer un magnífico sarcófago que se ajustase a las medidas tomadas.

Después, en una gran fiesta a la que acudirían todos los dioses, SET mandó sacar el sarcófago, que como él esperaba llenó a todos de admiración por su belleza y buen gusto. Ofreció regalarlo a quien por sus medidas le sirviera. El último en probarlo fue OSIRIS, y en cuanto estuvo dentro del sarcófago, este fue cerrado, sellado y tirado a las aguas del Nilo por los hombres de SET.

ISIS aconsejada por TOT, dios de la sabiduría, dejó al pequeño HORUS en Buto al cuidado de la diosa tutelar y emprendió camino hacia el delta con el fin de ocultarse de SET y encontrar a OSIRIS.

Durante su difícil camino, ISIS seguía cualquier pista que pudiera conducirla hasta OSIRIS y así, más allá del Nilo, ya fuera de Egipto, decidió hacerse pasar por criada en el palacio de Byblos con la intención de encontrar un árbol muy especial del que había oído hablar. Al fin lo descubrió, el sarcófago había sido llevado por las aguas hasta una orilla en la que un pequeño árbol, al darse cuenta de la divinidad del ocupante, comenzó a crecer para proteger con sus ramas el preciado sarcófago. Y el rey de Byblos por su parte, al descubrir tan espléndido árbol, ordenó llevarlo a palacio.

Inmediatamente ISIS recuperó su apariencia de diosa y sacó el sarcófago del tronco para llevarlo a Egipto, donde OSIRIS descansaría en tierra sagrada. Una vez en Egipto, ISIS dejó el sarcófago en las marismas del delta, con la intención de ir a Buto a ver a su pequeño. En el camino una voz le anunció que SET había encontrado a OSIRIS en las marismas donde ella lo había escondido y lo había destrozado y había desperdigado los pedazos de su cuerpo por todas partes. ISIS debía encontrarlo antes de volver con su hijo. En su búsqueda iba dando sepultura a cada parte del cuerpo de su esposo q encontraba y los hombres construirían templos más tarde en cada uno de esos lugares. La ciudad de Bubastis, se construiría donde fue enterrada su columna vertebral. Cuando, más al sur, en Abydos, ISIS encontró la cabeza de OSIRIS, se pudieron llevar a cabo las honras fúnebres que le permitirían comenzar su viaje a la inmortalidad. Rápidamente ISIS se dirigió de nuevo a Buto para encargarse de la educación de HORUS, que una noche mientras dormía, y a pesar de la protección de la diosa tutelar, fue picado por un escorpión y murió. ISIS destrozada pidió ayuda a RA y este mandó a TOT a devolverle la vida al pequeño. Los dos continuaron viviendo en Buto, donde nadie sabía de su origen divino, y allí fue donde HORUS creció preparándose para el día en que vengaría la muerte de su padre y reclamaría su corona real.

Al llegar el momento, como SET también reclamaba la corona, era la Enéada la que debía decidir. Los dioses, después de mucho tiempo deliberando, de escuchar las dos partes y el consejo de NEITH la madre divina, pensaron en dar a HORUS la corona de su padre, pero ATUM-RA que presidía el tribunal dudó de HORUS por su juventud. Así que años después, el juicio continuaba con los argumentos y las luchas cuerpo a cuerpo entre los oponentes, en las que HORUS fue mutilado y SET perdió un ojo. TOT curó sus heridas y decidió que la solución era contactar con OSIRIS en el país de los muertos, donde reinaba, para que este les ayudase a decidir.

La respuesta de OSIRIS, reprochando a los dioses por el mal trato dado a su hijo e increpándoles a actuar con justicia entregándole la corona, puso fin al pleito.

HORUS fue coronado como merecía, con la corona blanca como símbolo de soberanía sobre todo Egipto y con el disco de oro que simbolizaba su victoria sobre SET, que terminó inclinándose ante él y aceptando su soberanía”.

Representación del Dios Seth

NEPHTYS

Es una divinidad del Antiguo Egipto. Simboliza la oscuridad, las tinieblas, la noche, la muerte. Está íntimamente asociada a Isis y representa lo opuesto a ésta. Es la Diosa egipcia de los muertos. Hija Geb y Nut. hermana de Isis, de Osiris y de Seth.

También esposa de Seth según una tradición, ella era también la madre de Anubis de Osiris. Su santuario principal estaba en Heliopolis. Junto con Isis, ella era uno de los guardas del cadáver de Osiris.

Representado en la forma humana que usa una corona en la forma del jeroglífico para la casa. Representado a veces como cometa que guarda el bier fúnebre de Osiris.

HORUS

Horus es uno de los dioses de la mitología egipcia más complejos y confusos para nosotros. De hecho, un egiptólogo de comienzos del s. XX llegó a identificar 15 formas diferentes de este dios.

Era representado frecuentemente como un halcón, o con la forma de un disco alado. Horus el Mayor ha sido incluido en este trabajo, aunque realmente no pertenezca a la Enéada de Heliópolis, sin embargo, se trata del quinto hijo de Geb y Nut y, además, fue adorado desde Heliópolis hasta Abu Simbel.

Por otro lado, Horus el Joven se trata del hijo de Isis y Osiris, el dios que terminó vengado a su padre y reemplazándole en la tierra; el héroe de la guerra con Seth. Horus el Niño era otra representación de Horus el Joven, pero se le presentaba de una forma diferente; fue normalmente
caracterizado como un niño llevando la trenza de un joven y llevándose el dedo a la boca. En algunos lugares, todas estas formas y representaciones de Horus llegaron a unirse. De hecho, ya en los textos de los Sarcófagos las imágenes de Horus como el halcón y como hijo de Isis de fusionan.

El mito cuenta que, durante su embarazo, Isis ya sintió que era algo excepcional lo que llevaba en su vientre, y de hecho llegó a expresárselo a Atum, diciendo "Es un halcón lo que está dentro de mi cuerpo". Cuando este niño nació, de forma inmediata emprendió el vuelo, mientras su madre ya negociaba un asiento para él en la embarcación solar. En esta versión del miro, Seth no creció escondiéndose de Seth entre los cañaverales, sino que asumió de inmediato sus funciones como poderoso dios.

Horus adulto se convirtió en uno de los dioses más poderosos e importantes; fue el primero por encima de todo un dios solar y, además, el sustituto de Osiris en la tierra.

De hecho, de toda la simbología egipcia, uno de los símbolos más perdurables es el conocido "Ojo de Horus". Según los mitos, en los tiempos primitivos había dos ojos (uno asociado con Ra y otro con Horus, aunque realmente Ra tuvo dos ojos: uno del sol y otro de la luna). Debido a que en ocasiones Horus fue fusionado con Ra, se piensa que, realmente, el segundo ojo de Ra podría haber llegado a ser el segundo ojo de Horus. Este ojo se convirtió en el objetivo de Seth, y durante la batalla con Horus, utilizó sus poderes mágicos para engañar al ojo y capturarlo.

Tras ello, lo arrojó a la oscuridad, más allá de los límites del propio mundo. Thoth, que había estado observando la lucha y que, además, era el guardián de la luna, observó dónde cayó y fue a su encuentro. Cuando lo encontró, estaba partido en pedazos, pero consiguió localizar todos y unirlos nuevamente para formar, de esta manera, la luna llena y restaurar así la luz de la noche. Este ojo fue llamado "wadjet", y actualmente se conoce que las diferentes partes del ojo fueron utilizadas por los egipcios para representar fracciones donde, por ejemplo, el globo del ojo representaba un cuarto.

Por otro lado, hay otros mitos que conceden a Horus obligaciones como creador, protector de reyes y encargado del difunto en el mundo subterráneo. De hecho, uno de estos mitos asigna a Horus el papel de creador de la raza negra. Según este mito, los egipcios eran al principio la única raza sobre la tierra, pero entonces Horus y Sekhmet se unieron, para crear de esta forma a la población que vivía en el desierto. Supuestamente, Horus creó a la raza negra, mientras que Sekhmet creó a los libios de piel clara.

La misión de proteger a los reyes fue otra de las asignadas a Horus; a través de la vinculación de Horus con el rey, éste obtenía su divinidad y, de hecho, los nombres de algunos de los primeros reyes de Egipto ponen de manifiesto que realmente pensaban que eran Horus mientras reinaban.
Esta asociación les proporcionaban el poder y la autoridad de los dioses mientras estuvieran con vida.

Por otro lado, Horus obtuvo su reputación como protector del difunto gracias a sus esfuerzos en beneficio de su padre en el mundo inferior. Horus fue quien recibió los pedazos del cuerpo de Osiris tal y como fueron recuperados por Isis, encargándose junto a Anubis y Thoth de embalsamar el cuerpo, reunir las piezas y envolver las mismas en las ropas de modificación.

Además, Horus tenis trascendentales obligaciones en el mundo inferior, aunque estas nunca rivalizaron con las de Anubis o Thoth y mucho menos con las de Osiris. Horus era el guía del difunto en los primeros pasos de su juicio, y era representado llevando a la persona recientemente muerta de la mano. Además, también era su obligación de presentar a las almas que superaban el juicio a Osiris para su aceptación definitiva.

Horus es un temprano ejemplo de un héroe característico de la poesía épica, aunque realmente trasciende los arquetipos heroicos. Fue el salvador del mundo, quien renovó a la tierra misma. Fue protagonista en las luchas entre el bien y el mal, y triunfo contra Seth. Por todo ello, el culto a Horus estuvo muy extendido.