lunes, 25 de abril de 2016

Arte y Mitología

Antes de comenzar con los talleres pensados para Educación Infantil como tal, nos gustaría resaltar que uno de los apartados que más interesantes pueden ser para tratar con los niños y niñas en las aulas es el del arte. Mediante el uso de imágenes, comentarios de éstas etc. podemos trabajar gran cantidad de aspectos de la mitología egipcia, de una forma mucho más gráfica y divertida para el alumnado.
Para ello, primero debemos estudiar un poco más a fondo el arte egipcio, y el porqué de cada una de las representaciones y las construcciones de esta época.
La mayor parte del arte egipcio es de carácter religioso. Debido a la profunda creencia de los egipcios sobre que existía vida después de la muerte, los monumentos más importantes eran las rumbas, en las cuales se enterraba a los muertos, y los templos, que están ligados a los complejos funerarios y en los que se rendía culto a diversos dioses.
  • Arquitectura funeraria
Los rasgos de la arquitectura egipcia quedaron establecidos al comienzo del Imperio Antiguo, y realmente apenas variaron. Los edificios egipcios se construyeron en piedra, tenían dimensiones colosales y eran adintelados, es decir, no se usaban arcos ni bóvedas, sino que se cubrían con tejados planos sostenidos por columnas.
Las primeras tumbas que se piensa que comenzaron a construir los egipcios son las conocidas como mastabas. En el exterior recordaban a viviendas egipcias, por su forma de pirámide truncada, con las paredes inclinadas. Sin embargo, a diferencia de las viviendas, en su interior tenían una capilla para acoger los rituales funerarios (el sirdab) y un pozo excavado hacia abajo, que terminaba en la cámara sepulcral, que era donde se depositaba al difunto.
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Posteriormente se desarrollaron las pirámides escalonadas, que surgieron por la superposición de mastabas. Un ejemplo muy claro de ello es la pirámide escalonada del faraón Zoser, que fue construida por Imhotep. Contaba con seis niveles realizados con piedra caliza revestida. Servía de cámara funeraria, donde depositar el cuerpo momificado del faraón, y alrededor de la misma había un conjunto arquitectónico con funciones religiosas delimitado por un muro colosal.
La pirámide escalonada dio paso a las pirámides propiamente dichas. Eran las tumbas de los faraones y a su alrededor se construía todo un complejo funerario: ante la pirámide había un templo en el que se desarrollaban los ritos funerarios (que se explican en el apartado anterior), y una avenida ceremonial conectaba el templo con el río Nilo. El gran tamaño de estas tumbas representaba el enorme poder de los faraones. El conjunto de pirámides más notable es el formado por las tres pirámides de Gizeh, construidas para los faraones Keops, Kefrén y Micerinos.

  • La escultura
La escultura egipcia tiene una serie de rasgos muy característicos, que nos permiten distinguirla de cualquier otro tipo de escultura. Estos rasgos son:
  • El hieratismo, es decir, que las figuras transmiten rigidez y escaso movimiento, siendo los rostros inexpresivos.
  • La idealización, según la cual no se buscaba representar a las personas tal cual eran, sino que se realizaban representaciones perfeccionistas e idealizadas de estas.
  • La frontalidad. Las imágenes están realizadas para ser vistas de frente.
La escultura también se utilizaba como un medio para divinizar figuras humanas importantes (como es el caso de los faraones) y resaltar el poder y la influencia que tenía la religión en aquella época. Un ejemplo de ello, son las máscaras funerarias o los relieves que se realizaban en los sarcófagos de los faraones.

Por ejemplo, en esta escultura del faraón Micerinos, éste aparece representado junto a su esposa y a Hathor, diosa de la fertilidad y del cielo, y es una representación clara de las características de la escultura egipcia; frontalidad, hieratismo, idealización…
  • La pintura
En líneas generales, la pintura estuvo muy relacionada con la decoración de las viviendas y de las tumbas. Se basaban bien en temas cotidianos o, como nombrábamos antes ceremoniales, es decir, religiosos, y tenía una calidad excepcional. Sus principales características eran las siguientes:
  • Frontalidad, al igual que en el caso de la escultura. A pesar de que las imágenes se representaban de frente, normalmente los brazos y las piernas suelen aparecer de perfil.
  • Utilización de colores planos y uniformes.
  • Busca la adecuación al orden cósmico y la jerarquía de los dioses que rigen las creencias religiosas egipcias.
  • Presenta gran rigidez formal (hieratismo)
  • Normalmente se realizaron las obras al temple o al fresco, mediante colores ocres, blancos, verdes y azules.
  • Hay una estrecha relación entre las imágenes y los textos que las acompañan (normalmente religiosos, inspirados en los libros sagrados de distintas etapas)
  • Su función principal es mágico-religiosa, y estas ideas se superponen al propio valor artístico.
  • Todas las figuras se representan siguiendo un orden jerárquico; las figuras más importantes se sitúan delante y son de mayor tamaño.


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